
Por empezar: Mickey Rourke. Pocas veces vi en una película una simbiosis como la que se ve entre Rourke y su personaje Randy Ram, (una persona en el ocaso de su carrera, osea la misma situación en la que está Rourke). Gracias a esta película esto puede cambiar, -salvo que Rourke siga mandándose cagadas agarrando papeles malos, como en el pasado caso “Double Team”-.
Randy Ram, está al borde del retiro, enamorado de una striper llamada Cassidy (Marisa Tomei), y con una hija (Evan Rachel Wood) que no lo quiere ni ver -por lo ausente que estuvo mientras ella crecía-. Uno de los problemas que tiene esta película para mí, es que la relación de Randy con su hija y con Cassidy no está desarrollada del todo y queda a medio camino.
Darren Aronofsky tiñe la película de un tono muy crudo (como ya hizo en “Réquiem por un sueño”), pero crudo no solamente por las escenas de peleas –las cuales son jodidas-, sino por las escenas que atacan a la cabeza, escenas realmente tristes que no apelan al golpe bajo. Aronofsky filma como si fuese un documental, con tomas desde la espalda de Rourke, y un seguimiento muy de cerca de todos los personajes para dar una sensación de acercamiento con los mismos.
“El luchador” es una gran película, por lo único que no me pareció excelente, es porque un día en el cable vi un documental que se llamaba “Beyond the Mat”, acerca de un luchador llamado Snake, un documental muy bueno pero muy similar a “El luchador” en cuanto a la historia, (que me imagino que Aronofsky vio antes de empezar a rodar) y esto la verdad que le sacó un poco de sorpresa a la película.
No llegué a ver “Milk” pero si no le dan el oscar a Mickey Rourke es un robo, tampoco entiendo como no nominaron a “El luchador” como mejor película, pero bueno si le dieron un Oscar por mejor película a “Chicago”, se puede esperar cualquier cosa.
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