
Nombre original: Carancho
Director: Pablo Trapero
Actores: Ricardo Darin, Martina Guzman
Sosa (Ricardo Darín) recibe una paliza, termina todo ensangrentado, cortado y golpeado. Sin dejar pasar el tiempo, se encuentra en un accidente de tránsito llevando a cabo su negocio, “caranchando”.
El negocio es el siguiente: Sosa recibe un dato de un accidente, llega antes que todos, ofrece ayuda legal, para luego hacer un trato con las aseguradoras, él y la ¨ Fundación ¨ para la que trabaja se quedan con la plata y a los accidentados los arreglan sólo con unos míseros pesos (en el medio los policías y los paramédicos reciben su cometa).
En uno de estos trabajitos conoce a Luján (Martina Guzman), una médica que trabaja en una ambulancia, -parece cansada de la realidad que se vive en la calle y de tratar con la muerte todo el tiempo-, se conocen y nace esta historia de amor entre estos dos personajes oscuros, desesperanzados, tristes y en búsqueda de una puerta para salir del mundo que los rodea.
Para dejar atrás sus problemas y su modo de vida, Sosa decide hacer un último trabajo (en el que Luján se va a ver involucrada) que va a desembocar en el problema central de la película.
Ambos personajes son ambiguos, Luján una médica capaz de salvar una vida y que luego se encierra en un baño para inyectarse calmantes afanados del hospital. Sosa una persona que hace su trabajo de carancho pero que claramente no se siente cómodo sacándole la plata a la pobre gente que su “Fundación” atiende.
De los dos personajes se nos cuenta sólo una parte de su vida, de Sosa sabemos que le sacaron la matrícula de abogado, pero no sabemos por qué y de Luján se nos muestra su adicción a los calmantes pero no se nos da ninguna pista de qué la lleva a esta situación, pero con solo esos trazos Trapero tiene la habilidad de dibujar los perfiles de estos personajes.
El director nos muestra un mundo oscuro, violento y corrupto (el conurbano Bonaerense, aunque podría ser cualquier otro lugar del planeta), que nos hace acordar a películas de Scorsese como ¨ Mean Street ¨ o ¨ Bringing Out the Dead ¨. Trapero se mantiene cerca de los personajes constantemente ( a veces demasiado), con primeros planos y en ambientes cerrados como ascensores, baños, ambulancias, etc, para lograr que el espectador construya un vinculo fuerte con los personajes.
Tanto Darín como Guzman nos ofrecen muy buenas actuaciones, de Darín ya se sabe que es un actor solvente capaz de llevar adelante cualquier personaje, Guzman que ya había estado muy bien en “Leonera” acá vuelve a repetir una buena actuación, entregando un personaje creíble, cosa que generalmente no pasa en las películas argentinas.
A medida que se va desarrollando la película va formando un círculo de violencia del cual no puede salir (esto queda evidenciado al final); lo único que tienen los personajes centrales de esta película para dejar atrás sus problemas; son el uno al otro. Carancho es una historia de amor en un mundo totalmente violento, un mundo en el que el amor – parece - no es suficiente.
Calificación: 8