
Nombre original: Shutter Island
Director: Martin Scorsese
Actores: Leonardo DiCaprio, Mark Ruffalo, Ben Kingsley
El detective Teddy Daniels (Leonardo Di Caprio) y su compañero Chuck Aule (Mark Ruffalo) se dirigen hacia Shutter Island (isla en la que se encuentra un hospital psiquiátrico de lo más tétrico), para tratar de resolver el caso de una peligrosa paciente que se escapó y no logran encontrar.
Desde el principio de la película nos muestran que nada es normal en ¨Shutter Island¨, ni siquiera el detective Teddy Daniels, antes de llegar a la isla se lo ve en mal estado, según él esto se debe al viaje en barco. Una vez en la isla todo se vuelve aún más extraño, los guardias parecen no estar buscando a la paciente fugada, los doctores actúan de forma sospechosa y ni que hablar de los otros pacientes.
El detective Daniels tratará de resolver el caso de cualquier manera, metiéndose de a poco en un laberinto del cual no logra encontrar la salida, -él mismo tiene un par de demonios dentro que también tendrá que vencer-.
La puesta en escena, la banda de sonido y los escenarios de la película logran crear un ambiente totalmente opresivo y aterrador; la isla, a veces, parece tener vida.
Las actuaciones son muy buenas, otra vez Leonardo Di Caprio haciendo de una persona con problemas, junto a él están muy bien Mark Ruffalo y Ben Kingsley (el doctor que lleva adelante el hospital).
Un párrafo aparte para los actores secundarios como: Jackie Earle Haley, Patricia Clarkson, Max Von Sydow, Michelle Williams y Elias Koteas que cumplen muy bien sus roles, sus personajes ayudan a subrayar el estado de locura que se vive en la isla.
Martín Scorsese nos cuenta gran parte de la historia por medio de flashbacks y con escenas de un tinte casi surrealista.
¨Shutter Island¨ se desarrolla al principio como un policial, pero cerca del final hay un giro y el guión empieza a fallar, en esa parte la película empieza a funcionar como un thriller psicológico y tiene un bajón, después logra levantar con una escena final genial.
En resumen, no es la mejor película de Scorsese, -más que nada por los problemas finales-, pero aunque no sea una de las mejores de este gran director, es superior a la media de películas que se estrenan en el cine.
Calificación: 7